Escuchemos el grito por justicia de los inmigrantes
Mons. Agustín Román
El pasado domingo 9 de
Abril, Domingo de Ramos, acompañé a una multitud de inmigrantes que se
manifestaba marchando aquí en Miami y clamando por legalidad. Eran personas
decentes que llegaron hace años a este país y que han trabajado honradamente
demostrando ser responsables. Han formado sus familias aquí y muchos de ellos
tienen sus hijos ya nacidos en este país. Han contribuido al bien de todos
realizando en muchísimas ocasiones trabajos que otros no quieren hacer y que han
aportado rigurosamente al servicio social del cual todos nos beneficiamos.
El grito de estos hermanos es pidiendo que su situación irregular llegue a
resolverse, llegue a legalizarse. Las demostraciones pacíficas de los
inmigrantes en distintas partes de Estados Unidos deben despertarnos y buscar
una respuesta que sea justa, pero al mismo tiempo humana, ya que se trata de
personas que gozan de dignidad aunque se encuentren fuera del país en que
nacieron.
El Congreso, el pueblo que goza de legalidad y la Iglesia con sus dos mil años
de experiencia, buscan una respuesta a esta situación.
Son muchas las opiniones que leemos cada día a favor o en contra. Yo quisiera
hoy buscar la respuesta de mi propia familia que es la cristiana. Tengo en mis
manos la opinión del grupo ecuménico al cual pertenezco, llamado por todos:
“Guías Espirituales”. El documento redactado en la reunión mensual del pasado
Abril hace una llamada a las autoridades con estas palabras: “La atención de los
encargados de proteger la nación debe centrarse en las personas, los grupos y
las organizaciones que ciertamente conspiran contra ellos y no en aquellos que
solamente buscan mejores oportunidades de libertad y progreso para ellos y para
sus familias”.
Quiero comentar también, la carta pastoral que dirigieron los Obispos de la
Florida a sus fieles, el pasado 22 de Marzo, llevando por título: “Escuchemos el
grito por justicia de los inmigrantes”. Hablan los Obispos “como líderes
espirituales...que tienen el privilegio de ser testigos del papel vibrante y
lleno de fe que tuviesen los inmigrantes como parte del cuerpo universal de
Cristo. A través de toda la Florida, las contribuciones a nuestras iglesias,
escuelas, comunidades y familias de los inmigrantes son una fuente de promesa
positiva para todos”. Al mismo tiempo, los obispos dicen “que son testigos del
daño a la dignidad humana y al bienestar común causado por el sistema de
inmigración”. Miles de los feligreses se encuentran separados de su familia
inmediata por años y a veces hasta décadas, debido a la acumulación de casos en
el programa de reunificación de familias.
Los obispos piden una reforma que no sea solamente una decisión o legislación
política sino una respuesta moral que responda de manera humana a tal necesidad
de nuestra sociedad.
Los obispos claramente dicen que no están aprobando la inmigración ilegal, sino
una reforma que crea avenidas para una inmigración auténtica legal para sacar a
la gente fuera de la sombra y darle la oportunidad de disfrutar de la libertad y
los derechos individuales en que este país fue fundado, pudiendo así servir
mejor a nuestra sociedad.
Resaltan los obispos en su declaración: “Necesitamos una respuesta que ofrezca
legalización por méritos. No se resolverá el problema con proposiciones que
creen un estado temporario o indefinido, el cual llevará a un estado permanente
de segunda clase”. La carta de los obispos en defensa del inmigrante no es nada
nuevo porque inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia los puntos
siguientes siempre han estado presentes en los asuntos migratorios:
1. Las personas tienen el derecho de encontrar oportunidades en su tierra natal.
2. Las personas tienen el derecho de emigrar para mantenerse a sí mismas y a sus
familias.
3. Los estados soberanos poseen el derecho de controlar sus fronteras.
4. Debe protegerse a quienes busquen refugio y asilo.
5. Debe respetarse la dignidad y los derechos humanos de los emigrantes
indocumentados.
Los obispos nos piden que nos informemos con respecto al mandato moral para una
reforma justa y comprensiva visitando la página de Internet que habla de la
justicia para los inmigrantes www.justiceforimmigrations.org y nos urgen a orar
y actuar, escuchando ahora “el grito por justicia de los inmigrantes que viven
entre nosotros”.
Fuente: Revista Ideal, Miami, Fl. USA Mayo, 2006